domingo, 17 de febrero de 2008

Conexión… Presencia…. Sintonización..

Establecer contacto con alguien mediante un estado de conexión y presencia, … es mucho más que el simple tacto.
No es porque el tacto no sea importante, es porque es sólo uno de los sentidos y podemos usar otros… la mirada, la vista, la intuición…, etc.

Entrar en sintonía con el otro, es entrar en un espacio vacío y lleno también… Vacío de ego y lleno de disponibilidad; vacío de interés y lleno de intensión; la sola intensión de acompañar desde el corazón y no desde la razón.

Es un acto meditativo, en el cual no hay lugar a otra cosa, un pensamiento que distraiga, o a una motivación desde lo mental.

La intuición, que es siempre espontánea, es la que va a convocar al conocimiento adecuado, aquel que vamos a utilizar sin razonar, porque surgirá así, libremente desde un sentir.

El uso de la razón exclusivamente, o en primer orden, nos remontaría a las creencias, y con ello a nuestras experiencias pasadas, pero la conexión que mantenemos en ese momento es una experiencia actual, que se está viviendo ahora, es nueva y es única.
Si queremos conectarnos usando nuestras creencias, el resultado será una conexión no vacía y llena de disponibilidad, sino que estará vacía pero llena de condicionamientos previos.
Una conexión así, limitaría nuestra entrega y por ende la entrega de quien recibe. Es una conexión limitada, tanto como tan condicionada sea y si estamos realmente atentos, lo podremos percibir.

Si miro, esa mirada puede ser conocimiento muy útil, pero solo si mi memoria no se interpone. No estaría mirando de un modo realmente presente si mis recuerdos y experiencia previa se hacen un lugar entre ese “mirar”.
Igualmente,.. Si puedo tocar sin la carga de experiencias que mis manos ya hayan conocido, el tocar será un tacto verdaderamente presente es esta situación actual, nueva y única.

Sabemos que nuestra percepción tiene implícita una tendencia a engañarnos, la tendencia a hacernos percibir siempre del modo que ya conocemos. Porque ese modo es el más sencillo para la razón: Abre un juicio rápido, comparando la experiencia y llevándonos a ver la situación más parecida conocida previamente, y entonces, actuamos del modo que ya hemos actuado antes.,
En cambio, nuestra intuición, espontánea y libre de condicionamientos previos, nos hará percibir de otro modo. y nuestra acción , consecuentemente, será usar el conocimiento adecuado para la circunstancia, casi sin que la razón intervenga

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